NAPOLEÓN PISANI..,

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EL DOCTOR JOSE GREGORIO HERNANDEZ SE ALISTA EN LAS MILICIAS

Napoleón Pisani Pardi



    Cuando en 1902 algunas potencias europeas, con sus buques de guerra, bloquearon al país con la intención de cobrar a cañonazos las deudas contraídas con esas naciones extranjeras, el Presidente Cipriano Castro, ante esa amenaza, emitió una proclama que encendió los ánimos de la población: “Venezolanos la planta insolente del extranjero ha profanado el sagrado suelo de la Patria”. Aquel discurso, del cual tomamos una pequeña parte, dio como resultado que muchos venezolanos se alistaran en las milicias con la finalidad de enfrentar aquella agresión a nuestra soberanía.
    El Dr. Miguel Yaber, en su libro acerca de la vida de José Gregorio Hernández, dice lo siguiente: “José Gregorio Hernández fue el primero en alistarse en las milicias, como aparece en la siguiente boleta de inscripción: Estados Unidos de Venezuela, Distrito Federal. Jefatura de Milicias N° 1, Caracas, 11 de diciembre de 1902. El ciudadano José Gregorio Hernández se halla alistado en la milicia de la Parroquia de Altagracia. Vive en la calle Norte 2, casa N° 36. El Jefe Civil: G. Arenas. El Prefecto: L. Carvallo. Filiación: Edad treinta y ocho años. Estado: Soltero. Profesión: Médico”.
    Aquel entusiasmo colectivo, pleno de fervor patriótico, que despertó en la población la publicación de la famosa proclama de Cipriano Castro, motivo al medico andino a tratar de cambiar el estetoscopio por un fusil. Gracias a Dios, para bien de la ciencia y la espiritualidad de ese gran venezolano, que no se llevo a cabo ese cambio.
    En el diario El Nacional, con fecha 26 de diciembre de 1960, el poeta Fernando Paz Castillo publico un largo artículo sobre el escritor Eloy Guillermo González. “Hombre de gran inteligencia y de verbosidad incomparable”, dijo el poeta Paz Castillo al comienzo del artículo, y mas adelante añade: “Era elocuente y agudo a pesar suyo; y esto no dejo de acarrearle serios inconvenientes. En cierta ocasión dijo, en la plaza pública, que solía firmar las proclamas con el seudónimo de Cipriano Castro. Lo que le aporto la enemistad del Presidente, tan vanidoso como él…”