NAPOLEÓN PISANI..,

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EL PINTOR JUAN LOVERA

Napoleón Pisani Pardi

Autorretrato de Juan Lovera

    Con él se comienza a tratar los temas de carácter histórico en la pintura nacional.

    El 11 de julio de 1776, nace Juan Lovera, fue bautizado en la iglesia Catedral de Caracas, el día 23 del mismo mes. Sus padres fueron Atanasio Lovera y Juana Rosalía Arrechedera. En 1798 empieza a recibir clases en el taller del pintor y dorador Antonio José Landaeta, quien, con su hermano Juan José Landaeta y su pariente Diego Antonio Landaeta, y otros parientes más, conforman la llamada Escuela de los Landaeta, la cual le dejaron al país una buena cantidad de obras de arte de excelente calidad. El primero de estos tres artistas, es el autor de la Inmaculada Concepción, que se encuentra en la Catedral de Caracas.

Escuela de los Landaeta. Nuestra Señora
de Caracas. Colección de la Fundación
John Boulton, Caracas.

    Según el historiador Manuel Landaeta Rosales, pariente de Juan Lovera, éste artista también estudió en el convento de San Jacinto, donde los padres dominicos practicaban y enseñaban la pintura y la escultura. Asimismo, señala Landaeta Rosales, para el año de 1799, Lovera ya tenía taller propio en una vieja casa situada entre las esquinas de Pelota y Punceres, donde acudieron Humboldt y Bonpland en repetidas ocasiones. Allí, el artista le hizo un retrato al primero de estos dos sabios.

Manuel Landaeta Rosales.

    En junio de 1801, fallece su padre, el cerero Atanasio Lovera, pardo libre, casado con Juana Arrechedera, también parda libre. El padre del pintor, fue un importante cerero quien suministró la cera de uso corriente a casi todas las iglesias y conventos de la capital. Su hijo Luís continuó con este negocio, y se dice que a través de él, llegó a tener una gran fortuna.
    El 19 de abril de 1810, Lovera presencia los acontecimientos ocurridos en la Catedral, frente a la Plaza Mayor, que en 1842, al llegar los restos del Libertador a Venezuela, se le da el nombre de Plaza Bolívar. Cuando ocurren los sucesos del 19 de abril, el pintor realiza algunos apuntes, que veinticinco años después le van a servir para ejecutar el cuadro que él tituló, El Tumulto del 19 de abril de 1810, que se encuentra en la Capilla Santa Rosa de Lima, en el Concejo Municipal de Caracas. En este mismo lugar se exhibe, dentro de un arca de bronce, el libro original de actas del Cabildo, que narra los sucesos de aquel día histórico. En una de las páginas de éste libro de actas, se puede ver la firma de Vicente Emparan, quien firmó, sin saberlo, un Jueves Santo, el cambio de la historia del país.

Juan Lovera. El 19 de abril de 1810

    Detrás de su célebre pintura, Lovera escribió lo siguiente: “Cuadro de la revolución acaecida el 19 de abril de 1810 en la ciudad de Santiago de León de Caracas, ahora capital de la República de Venezuela. El tumulto se efectuó entre el frontispicio de la iglesia Catedral y la balaustrada de la plaza hacia el oriente. Los personajes inmediatos al Capitán General son los ilustres cabildantes que le precisaron a pasar a la Sala Consistorial donde quedó sellada la gloriosa revolución que ha dado independencia y libertad a casi todo el nuevo mundo”.
    En 1838, el artista realiza la obra, La Firma del Acta de la Independencia, que al hacer entrega de éste cuadro al congreso, le dirige la siguiente comunicación: “Honorable Congreso: sin una grande elevación de alma, por una dulce e irresistible fuerza, todo hombre ama el suelo en que vio la luz primera. Tengo la dicha de haber nacido en Caracas, que fue cuna de la libertad del nuevo mundo, y la madre también de los USTARIS, de los ROCIOS, de los MIRANDAS y otros insignes y venerables varones, cuya memoria nunca acabará”.

Juan Lovera. El 5 de julio de 1811

    Este cuadro se encuentra, también, en la Capilla Santa Rosa de Lima. Con las obras El Tumulto del 19 de abril de 1810 y La Firma del Acta de la Independencia, más otro cuadro del mismo Lovera, realizado en 1824, y que poco se menciona, se inicia la pintura de carácter histórico en Venezuela. El cuadro que poco se menciona, se encuentra en la Sala de los Pendones, en el Concejo Municipal de Caracas. Es una pintura sobre vidrio, y en pequeño formato, con dibujos dorados, con el escudo de Colombia y unas figuras de estatuas, que tiene la siguiente escritura: “Constitución de la República de Colombia. Artículo 1°, la nación colombiana es para siempre e irrevocablemente libre e independiente de la Monarquía Española y de cualquiera y no es ni será nunca el patrimonio de ninguna familia ni persona. (fdo) Lovera. La Municipalidad de 1824”.
    Juan Lovera realizó, asimismo, una serie de retratos de personajes importantes de la época en que le tocó vivir, como también llevó a cabo algunos cuadros de carácter religioso, pero en esta oportunidad sólo nos preocupamos por mencionar los cuadros ya señalados, porque con ellos, como ya lo dijimos, se inicia en el arte venezolano la pintura de carácter histórico. Ahora bien, por considerar que pueda ser de interés un artículo acerca del pintor, escrito por Francisco Isnardy, y publicado en el Mercurio Venezolano, Caracas enero de 1811, tomaremos parte de aquel escrito: “El S. Lovera merece por todos los títulos, la protección benéfica de nuestra actual transformación, y sus obras, conocidas de pocos, son una prueba de esta verdad honrosa para Caracas. Es tiempo de que se haga ver al mundo el genio Americano, y las esperanzas que deben hacer concebir sus felices ensayos en la pintura. El S. Lovera ha copiado últimamente los quatro (sic) elementos de Lebrun, que posee D. Juan José Rivas y Pacheco, como uno de los mejores adornos de la habitación de un Ciudadano Americano. Esta producción, que es la que podemos citar, como mas á mano entre las demás del S. Lovera, no será comparable a las de Murillo Velásquez, y Mengs; pero anunciará disposiciones capaces de recibir y hacer honor a las lecciones de estos insignes Maestros”.
    Juan Lovera, luego de ejercer el oficio de pintor por más de cincuenta años, murió en Caracas el 20 de enero de 1841, dejando a varios discípulos, entre ellos a su hijo Pedro Lovera.